sábado, 3 de marzo de 2012
Tiburón amazónico (Caetus Amazon)
-Debido a las altas temperaturas y a la gran destrucción que sufre la capa de ozono, el nivel del mar aumenta considerablemente. Aunque parezca ilógico, se extinguen mas especies marinas que terrestres, debido a la elevación de la temperatura de las aguas. Por ello, peces mejor adaptados, pero que necesitan de los otros peces para subsistir, como los tiburones, deben buscar comida en otros ambientes. Así, poco a poco evolucionan mientras intentan salir a la superficie, desarrollando unas “garras” en los extremos de sus aletas pectorales y su aleta caudal. Por su elevado peso, al final solo consiguen salir al exterior los más pequeños y ágiles, lo que hace que, al final, su tamaño disminuya considerablemente. Sus patas desarrollan dedos y comienzan a andar, aunque de forma lenta. Su adaptación al medio hace que dejen de lado su dieta carnívora, y empiezan a alimentarse de pequeños frutos y pequeñas plantas que hay a su alrededor. Es decir, pasan a ser herbívoros. Esto ocurre porque al tener las patas (sus aletas evolucionadas) más cortas, no pueden correr detrás de una presa. Su tamaño ronda los 2 metros de longitud y tiene un peso de unos 150 kg. Le empieza a crecer pelo sobre todo el cuerpo, para ayudarle a mantener su temperatura corporal. Conserva sus aletas dorsales, que le sirven ahora para ahuyentar a carnívoros de los que puede ser presa fácil. A pesar de vivir en tierra, el tiburón sigue siendo ovíparo, por lo que fisiológicamente, menos por su bello corporal, se asemeja bastante a los cocodrilos. Las hembras son las que cuidan de las crías, y estas, aunque ya no son carnívoras, utilizan aún sus afilados dientes para proteger a sus crías ante cualquier peligro. El tiburón amazónico, tal y como su nombre indica, habita en selvas lo suficientemente húmedas como para subsistir, como la del Amazonas.
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